En Fran&Clau, entendemos que el éxito del email marketing no solo se trata de enviar correos, sino de hacerlo de manera estratégica. Un workflow es una herramienta clave para automatizar y personalizar esos envíos, asegurando que lleguen a la audiencia correcta en el momento oportuno. Básicamente, es una secuencia automatizada de correos que se activan según el comportamiento del usuario, lo que te permite ahorrar tiempo y mejorar tus resultados.
¿Por qué deberías usar workflows en email marketing?
Los workflows permiten que tus campañas sean más eficientes y personalizadas. Imagina que un usuario se registra en tu web para recibir un descuento. Sin un workflow, tendrías que enviar el correo con la oferta manualmente o crear un envío masivo. Con un workflow, ese correo se enviaría de manera automática tan pronto como el usuario se registra. Esto no solo ahorra tiempo, sino que garantiza que el mensaje llegue justo cuando es más relevante.
Además, te ayudan a mantener una relación constante con tus suscriptores. Puedes enviar correos secuenciales que construyan una historia o nutran al cliente a lo largo del tiempo. Este enfoque hace que tus correos sean menos invasivos y más esperados.
Tipos de workflows en email marketing
Aunque existen infinitas formas de personalizar un workflow, hay algunos tipos que son básicos para cualquier estrategia de email marketing.
1. Workflow de bienvenida
El workflow de bienvenida es uno de los más comunes y efectivos. Su objetivo es dar la mejor primera impresión. Imagina que alguien se suscribe a tu newsletter. El workflow de bienvenida enviará un primer correo agradeciendo la suscripción, ofreciendo un descuento o simplemente presentando tu marca. Y no se queda ahí, después puede seguir con otros correos, mostrando productos destacados o educando al usuario sobre tus servicios.
Ejemplo:
- Primer correo: «¡Gracias por unirte! Aquí tienes un 10% de descuento en tu primera compra.»
- Segundo correo (al día siguiente): «Conoce más sobre nosotros: ¿Sabías que todos nuestros productos son eco-friendly?»
- Tercer correo (a la semana): «Productos recomendados para ti.»
2. Workflow de carrito abandonado
El famoso problema de los carritos abandonados es algo con lo que todas las tiendas online lidian. Un workflow diseñado para estos casos puede ayudar a recordar a los usuarios que dejaron productos sin comprar. Normalmente, este tipo de correos ofrece un pequeño incentivo para que finalicen su compra, como un descuento o el envío gratuito.
Ejemplo:
- Primer correo (después de 1 hora): «Parece que olvidaste algo… ¡Tu carrito aún te espera!»
- Segundo correo (24 horas después): «Solo por tiempo limitado: ¡envío gratuito si finalizas tu compra hoy!»
- Tercer correo (3 días después): «Última oportunidad para completar tu compra con un 10% de descuento.»
3. Workflow de reengagement
Los clientes inactivos son una realidad en cualquier base de datos. Con el tiempo, algunos suscriptores pueden dejar de interactuar con tus correos. Un workflow de reengagement es perfecto para intentar reconectar con ellos. El objetivo es reactivar su interés con ofertas atractivas o contenido relevante.
Ejemplo:
- Primer correo: «Te hemos echado de menos… ¡Aquí tienes un 15% de descuento para volver a comprar!»
- Segundo correo: «Explora nuestros nuevos productos, creemos que te encantarán.»
- Tercer correo: «¿Aún por aquí? Si no deseas recibir más correos, haz clic aquí para darte de baja.»
4. Workflow de post-compra
Una vez que un cliente realiza una compra, no debes olvidarte de él. Un workflow post-compra es ideal para mantener la relación. Puedes enviar un agradecimiento, pedir una reseña del producto o recomendar productos relacionados. Esto no solo refuerza la lealtad del cliente, sino que puede generar nuevas ventas.
Ejemplo:
- Primer correo: «¡Gracias por tu compra! Aquí tienes algunos consejos para sacar el máximo provecho de tu producto.»
- Segundo correo (después de una semana): «Nos encantaría saber tu opinión. ¡Deja una reseña y participa en un sorteo!»
- Tercer correo (al mes): «Basado en tu compra, creemos que te pueden interesar estos productos.»
Cómo implementar workflows en tu estrategia de email marketing
Implementar workflows puede parecer complicado, pero muchas plataformas de email marketing como Mailchimp, HubSpot o ActiveCampaign tienen herramientas integradas que facilitan este proceso.
1. Define tus objetivos
Antes de crear un workflow, pregúntate qué quieres lograr. ¿Buscas aumentar las conversiones? ¿Mejorar la relación con tus clientes? ¿Recuperar ventas perdidas? Una vez que tienes claros tus objetivos, será mucho más fácil diseñar la secuencia de correos adecuada.
2. Crea el contenido adecuado
Cada correo dentro del workflow debe ser relevante y atractivo. Personaliza los mensajes en función de la etapa del cliente en su viaje. Utiliza líneas de asunto que llamen la atención y asegúrate de que el contenido sea claro, útil y directo.
3. Segmenta tu base de datos
No todos los suscriptores son iguales. Segmenta tu lista de contactos para que cada workflow se dirija a la audiencia correcta. Por ejemplo, el workflow de bienvenida debe dirigirse a nuevos suscriptores, mientras que el de carrito abandonado solo a quienes no completaron una compra.
4. Automatiza y mide los resultados
Una vez que tu workflow esté listo, ponlo a funcionar y deja que la automatización haga su magia. Pero no olvides medir los resultados. Revisa métricas como la tasa de apertura, la tasa de clics y las conversiones para ajustar y mejorar tus workflows con el tiempo.
En Fran&Clau, no solo te ayudamos a implementar workflows en tu estrategia de email marketing, sino que te acompañamos en cada paso del proceso. La automatización es clave para optimizar tu tiempo y recursos, pero el verdadero valor está en cómo utilizas esta herramienta para conectar de manera auténtica con tus clientes. Un workflow bien diseñado no solo mejora la eficiencia, sino que transforma la relación que tienes con tu audiencia, ofreciéndoles lo que necesitan en el momento adecuado.